Por Omar Cid M.
Conversando, sobre desigualdad y emprendimiento con Pablo Reyes, preguntándome hace un rato sobre la vinculación entre estas palabras, ¿cómo se relacionan?; ¿cómo entonces? ¿uno de ellos es oponente del otro?, ¿son términos opuestos?, ¿están en una lucha de clases?, son efectivamente ¿conceptos antagónicos?, o ¿pueden coexistir pacíficamente?, cómo lo tuvieron que hacer la desaparecida URSS y EUA.
Y las palabras me llevaron a mis recuerdos, cada una por su derrotero, desde el devenir y el sentido, que yo les creo. Por una lado surge la desigualdad como una situación en la economía de un país, que es normal. Y que en el caso de Chile alude a su peligrosidad, por lo excesivo. Tan peligrosa que incluso pondría en un cierto mayor riesgo a quienes son, hasta este momento, beneficiarios de esa desigualdad.
Que con los mismos placeres mundanos, una mejor distribución de ingresos incluso podría contribuir a asegurar y hacer sostenible un nivel de vida de los privilegiados, y mejorar el de otras personas, sin menoscabar los ingresos para consumo de ellas mismas. ¿Extraño?, aquí va un enlace.
Comunidades en las que la desigualdad es menos notoria, es decir, que dentro de su desigualdad sean más equitativas, estaría relacionado con sociedades con mayores niveles de desarrollo. Y la pregunta inmediata sería: ¿de qué desarrollo estamos hablando?, (y pregunto a google/wikipedia); y me responde asi: ” Desarrollo humano. conclusión de capacidades que permitan a las instituciones y personas ser protagonistas de su bienestar. Índice de desarrollo humano, indicador estadístico del desarrollo humano por país. Desarrollo social. Mejora de la calidad de vida y bienestar en la población. Desarrollo local. Aprovechamiento de los recursos y potencialidades endógenos de una comunidad. Desarrollo económico. Desarrollo de riqueza económica de países o regiones para el bienestar de sus habitantes”.
Distribución de Índice de Desarrollo Humano. (2008)
imagen mapa
Sorpresa!!!, a pesar de que tenemos un índice de Desarrollo Humano medio alto, nuestra distribución es una de las peores del mundo. En promedio bien, tras bambalinas muy mal. Porque hay más riqueza, pero su distribución es tan desigual, como en los países más pobres del orbe. Gato encerrado.
Y esto ¿qué tiene que ver con educación?, todo, o casi todo, porque la riqueza material proviene en gran parte de las rentas, y las rentas provienen de nuestro trabajo y/o de la propiedad. Es decir, entre más propiedades y mejor hagamos el ‘trabajo’, más ‘ricos’ seríamos, y si somos inteligentes incluso podríamos hacerlo sostenible en el largo plazo. Algo así como “pan para hoy y pan para mañana y pasado mañana”; y decidiremos si esto significa mayor bienestar, y cuanto tiene que ver con que desarrollo queremos.
Y para hacer mejor el trabajo, necesitamos que más gente desarrolle sus talentos, sus destrezas, su imaginación, sus competencias. Que incluso nos ayude a definir el tipo de desarrollo que queremos. Lo necesitamos urgente.
Uno de esos perfiles, es el del emprendedor, que es quien posee, desarrolla y domina un conjunto de habilidades personales, cognitivas y de vida, que le permiten crear valor a su alrededor, es decir, crear riqueza. La RAE, lo define así:”1. adj. Que emprende con resolución acciones dificultosas o azarosas”. Necesitamos emprendimientos económicos más exigidos que antes, ya no basta con la rentabilidad, también debemos cuidar a nuestros clientes, a nuestros colaboradores, al “mediombiente”. Necesitamos generar mayor valor, tanto que el ser emprendedor permea a lo ‘social’, a lo “público”. Liderazgo y emprendimiento tienen raíces conductuales, estudiadas y construidas desde una perspectiva, más integral, por las sociedades que admiramos.
Para contribuir a la generación de riqueza, necesitamos perfiles emprendedores, entre otros, en más ámbitos de la sociedad que sólo en lo económico. Y esta formación le correspondería, en buena parte, a la educación prebásica, primaria y secundaría. Si, sería mejor.
El desarrollo de muchos talentos toma tiempo, años, incluso décadas. Si empezamos ahora, mejor. Y si estas personas emprenden, con un compromiso con quienes le han permitido el despliegue de sus alas, ¿no estaremos desplegando alas más grandes aún?.
Y, la distribución de ingresos en Chile, tiene directa relación con la estratificación de la calidad de la Educación en Chile. En general la educación (toda), es de mala o regular calidad, pero está relacionada con los niveles de ingresos, es decir, hay parte de la población que no desarrolla ni siquiera la capacidad de comprender lo que lee (5 de cada 10 niños).
Nos ha ido bien, y a unos pocos en exceso bien; nos ha ido bien, pero con altos costos para la mayoría; nos ha ido bien, pero a costo de nuestro ecosistema; nos ha ido bien y nos podría haber ido mucho mejor, nos habría podido ir a muchos mas, más mejor. Nos podría haber ido mejor a todos. Al parecer, ni siquiera estamos haciendo el mejor negocio; y eso, no es de emprendedores.
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