top of page
  • Foto del escritorÁUREA

LÓGICAS DE DOMINACIÓN.

por Daniel Fernández K.


A propósito de las dinámicas de cambio cultural que estamos viviendo en nuestro país y de los hechos que hemos conocido recientemente, podemos recordar a Nelson Mandela: “He luchado contra la dominación blanca y he combatido la dominación negra. He promovido el ideal de una sociedad democrática y libre en la cual todas las personas puedan vivir en armonía y con igualdad de oportunidades”. Mandela comprendió muy bien que el desafío que enfrentaba su pueblo era superar la dominación, más que arbitrar un conflicto racial. 

Las lógicas de dominación, como condicionamiento de las relaciones entre seres humanos, ya sea desde predominios de raza, género, orientación sexual, religión, generacional, de castas, o de cualquier otra, mediante elementos de fuerza, posiciones de poder, ventajas económicas, de superioridad por origen e incluso intelectual o moral, generan espacios propicios para los abusos e impiden una vida armónica en comunidad. Los abusos causan daño y cultivan el resentimiento. El origen de las dificultades que enfrentamos hoy puede encontrarse en las estructuras sociales de dominación, las que hay que distinguir de aquellos sistemas de organización de jerarquías sanas, con reglas explícitas concordadas y liderazgos éticos.

Si bien siempre existirán posibilidades de que la dominación pueda aflorar, las sociedades deben evitar que ésta se constituya en su sistema basal de relaciones humanas, propendiendo a habilitar, en cambio, relaciones de confianza horizontales entre pares, asumiendo al otro como un legítimo ser, con los mismos derechos y oportunidades, independientemente de su origen, condición, situación o pensamiento.

Si bien esta ambición surge desde un cambio cultural profundo, que está hoy emergiendo como una reacción a prácticas de abuso de dominación, una visión de desarrollo integral debiera incorporar en las políticas públicas, en las actividades económicas, en la articulación de espacios sociales y en la cotidianeidad misma los elementos de contrapeso que permitan reducir al máximo los espacios proclives a lógicas de dominación, las que dan contexto para los abusos e inhiben las posibilidades de un desarrollo humano sano, promotor de la integración social.

Daniel Fernández Koprich.

97 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page